La de esta vez no es una de esas aves fumosas y corrientes de la ciudad.
Tiene unas franjas "cebrunas" en la cabeza… ¿Personalidad?
Por suerte tengo la cámara a tiro y el campo lo suficientemente despejado como para dejar constancia de su visita.
Ni siquiera en Mérida me dejan en paz. Son mis paparazzi, los pájaros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario