22 jul 2011
Sangre palmípeda
Querido, mi brújula
sigue indicando al norte
a casas de madera
y ojos azules,
cuentos de hadas donde
hijos segundones
de pelo rubio
cazan un ganso,
amor en pajares,
Protestantes y
bebedores excesivos...
Las primaveras tardan en llegar,
pero las manzanas silvestres
se vuelven rubíes
los arándanos
gotas de sangre,
y los cisnes logran nadar
en aguas gélidas,
tan caliente es la sangre
palmípeda
Con lo helado que está
nos iríamos, querido, a la cama
temprano, pero nunca
para evitar el frío.
"Querido, mi brújula", en: Poems, Prose and Letters, de Elizabeth Bishop (The Library of America, 2008; traducción: Adriana Valdés)
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