18 ago 2010

Desastrosa unanimidad

Un día, a una misma hora, todos los pájaros de la Tierra levantaron el vuelo. Fue una estampida estruendosa. Un mar de alas buscando el sol. El cielo se oscureció. El planeta no encontró respuesta a esa brusca pérdida de peso. El frío y un extraño temblor recorrieron los continentes.

Se alteró el eje gravitacional de la Tierra. Se modificaron todas las coordenadas de atracción de masa respecto a los demás astros. Las fuerzas de periodicidad cósmica perdieron su equilibrio. Grandes cataclismos geológicos sacudieron al planeta. Impenetrables nubes de ceniza obscurecieron la atmósfera.

Cuando los pájaros se volvieron a posar, se encontraron dueños de un planeta desolado y desconocido.


“Los nuevos dueños”, en: El morrocoy bajo la lluvia, de Julio Jáuregui (2006)

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