11 dic 2010

Inasible colibrí




"Lenta la paz del corazón,
rápido el sufrimiento.
Por el dominio de sus huestes oscuras
Es un imperio de mar a mar,
alas que tocan cielo y tierra.
No mucho menos su penuria bajo las sienes
cava
y revela una hondura que no se quiere.
La posesión de mucho aturde
sea goce o veneno.
No se debe tener, pero se tiene,
un cielo por horizonte, legiones
de nubes desgarradas y la fuente, la fuente
al otro lado de las colinas, como el tesoro
de un arco iris que siempre huye.
Si se pudiera
si se pudiera convocar la confianza
y la cadencia de los latidos
en la respiración de cada cosa
piedra
o espina.
Pero no estás para conocer
ninguna cosa bajo el sol, ni siquiera
su sombra. Puedes
dar vueltas alrededor, modelar el humo
con hondas figuraciones, simulacros que al cabo
desaparecerán. Esto posees
y nada más: prestigios
de una luz de universo sobre tus párpados
con una rapidez de colibrí. Tal pareciera
la duración de lo que vive, aunque muy lenta
la lluvia del sosiego, lenta la duda
y las cavilaciones de oleaje,
un pájaro de espumas picoteando tu sienes".


"Lenta la paz del corazón", en: Descampado, de Eleazar León (1999)

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