19 abr 2010

Ese pájaro que inaugura el día

“He tomado mi sopa fría, cedido el turno de lectura a la prensa, renunciado a mi ración de ron. He callado y sonreído durante todo un largo día. Una energía silenciosa me confiere este temple, proviene de ese propósito de no aceptarme tal como soy, de hacerme otro y si le cedo el paso a otro hombre, es a ese espécimen que sólo yo puedo crear, no algo diferente y basta, sino algo diferente a mí mismo. El demonio busca al ángel. El ángel ama al demonio.

(…)

Quiero aguardar el amanecer, esperar que el círculo de pájaros que habita este pequeño horizonte y tiene sus nidos justo sobre nuestras cabezas, cruce el espacio que abarco con mis ojos, de un extremo a otro de la ventana. El primer pájaro está suspendido como una nube en mitad del cielo, sobre la copa de un árbol”.

En: El desolvido, de Victoria De Stefano (1971)

No hay comentarios: